La Navidad está servida
La Navidad está servida
Si pasas la Nochebuena en Polonia, algunos restaurantes y servicios de hostelería sirven un menú acorde a la tradición polaca. Pero un detalle curioso es que no se suele incluir carne en estos platos.
El menú consta de doce platos, uno por cada apóstol o por los doce meses del año, según se quiera pensar. Entre sus principales arenques destacan los arenques en distintas preparaciones y las tradicionales empanadillas polacas rellenas de queso blanco con patatas (pierogi ruskie) o las de repollo y setas (pierogi z kapustą i grzybami).
En Polonia, otro de los imprescindibles que no pueden faltar en la mesa son sus reconfortantes sopas calientes, como puede ser la sopa de setas (grzybowa) o de remolacha (barszcz) servido con pequeños raviolis. Como ya hemos comentado, al no servirse carne, el plato principal suele consistir en pescado, como puede ser la carpa frita la opción más común.
Para aportarle un toque dulce a las navidades y a la mesa, se suelen servir postres como los pasteles con especias (piernik) y con semillas de amapola (makowiec), además de la tradicional compota de frutos secos.
¿Pero hay alguna tradición que se suela hacer?
No os sorprenda en la mesa navideña un cubierto extra, cuidadosamente preparado aunque permanezca vacío. Este gesto, profundamente arraigado en la tradición, simboliza la disposición de abrir tu hogar y corazón a cualquier vecino o persona necesitada que pudiera llamar a la puerta en esta noche. También suele ponerse por los seres queridos ausentes, ya sea por la distancia o porque ya no están presentes, manteniendo de esta forma su memoria en la celebración familiar.
Otro momento lleno de emoción que suele darse en esta cena es el de compartir el opłatek, una hostia bendecida y fina como el papel, similar a las que se dan en misa. Cada comensal debe partir la hoja y ofrecérsela a los demás, deseándoles salud, prosperidad y felicidad para el año nuevo. Este sencillo ritual en la mesa transforma la cena en un acto de unión e intimidad. Incluso los familiares que hay tenido diferencias durante todo el año, aprovechan este momento para limar asperezas y perdonarse, ya que Nochebuena no permite el rencor en su mesa.
Platos navideños
A partir de la Misa del Gallo, celebrada en estas fechas, las fiestas continúan, transformando la mesa en un auténtico festín rebosante de platos contundentes y cuidadosamente elaborados. Las especialidades varían según la región del país, pero si tenéis la ocasión de estar por estas fechas en Polonia, no os olvidéis de probar la pavita rellena, jugosa y aromática, o el ganso asado. Este último plato es considerado en muchas zonas un verdadero manjar festivo. Estos platos, servidos con diversas guarniciones de temporada, como pueden ser las coles, manzanas o castañas, reflejan la abundancia y el espíritu de compartir que caracteriza las navidades polacas.
En los últimos años, Polonia está recuperando con fuerza la tradición vitivinívola, y cada vez son más las bodegas que producen vinos de gran calidad. Probar un vino polaco, ya sea tinto o blanco, es una excelente excusa para descubrir un aspecto menos conocido de la gastronomía del país.
En los últimos años, Polonia está recuperando con fuerza la tradición vitivinícola, y cada vez son más las bodegas que producen vinos de gran calidad. Probar un vino polaco, ya sea tinto o blanco, es una excelente excusa para descubrir un aspecto menos conocido de la gastronomía del país.