Kashubia se encuentra muy cerca del litoral báltico y, por lo tanto, también incluye pescado en sus platos más representativos aunque el maridaje pueda resultar chocante. Mientras los arenques con patatas cocidas, un plato típico para un Miércoles de Ceniza o Viernes Santo, resulta de lo más agradable al paladar, los huevos revueltos con espadines - ¡hay que probarlo! - se comen cualquier día del año. Incluso la versión kashubiana de garbanzos se sirve con arenque salado. Pero lo más curioso es el plato acompañante llamado obona, para los atrevidos: tartar de carne de oca o ganso, picada junto con su piel, y macerada con hierbas y ajo.
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