Castillos y palacios

Después del periodo de abandono de mansiones y palacios, éstos están viviendo hoy en día su renacimiento y permiten a los polacos sacar a relucir la pasada gloria.
Algunos de los palacios o castillos, teniendo en cuenta su significado para la historia de Polonia, fueron cuidadosamente recosntruidos, como el Castillo Real de Varsovia. Otros, como el Castillo de Wawel en Cracovia, lograron salvarse quedando intactos.
Pero en Polonia, con su rica tradición de nobleza y las influencias extranjeras, existen, gracias al empeño de antiguos propietarios o simplemente gracias al afán de conservar los monumentos, muchos lugares donde no solamente uno puede vivir el pasado, sino también envolverse en sus leyendas antiguas o no tan remotas en el tiempo, como la reciente historia del Castillo de Poznan o la del Palacio de la Cultura y la Ciencia en Varsovia.
Para completar el recorrido por los castillos y palacios de la actual Polonia, también habría que mencionar los de la era moderna, diseñados y construidos con diferentes objetivos a partir de finales del s. XIX y durante el s. XX.
La cultura nobiliaria de Polonia ha legado una gran cantidad de residencias y mansiones a lo largo y ancho del país en antiguas fincas del interior.
La región histórica de Silesia actualmente abarca tres zonas administrativas.
En Polonia los nobles constituían hasta un 8 % de la sociedad, frente a la media del 2 % de otras monarquías europeas a finales del siglo XVIII.
El castillo de Malbork es hasta la fecha uno de los lugares de más reclamo que visitar en Polonia e imperdible si visitas la parte norte del país.
Polonia es un estado que nació en el s. X y en el cual, hasta finales del s. XVI, reinaron dos dinastías: la de los Piast hasta 1370 y la de los Jaguellones.