Este espacio museístico al aire libre no es solo uno de los más grandes de Polonia, sino que además constituye una visión sin igual de la vida rural del siglo XVIII al XX en la zona sur del país. La visita es un viaje en el tiempo durante el que se aprecian aldeas antaño habitadas por católicos, ortodoxos o judíos, y se conocen desde dentro viviendas particulares, escuelas o templos católicos y ortodoxos. Son más de doscientas edificaciones las que componen esta colección al aire libre, trasladadas desde diferentes zonas de la región al museo, que fue creado en 1958 por Aleksander Rybicki, un museólogo y coleccionista de arte local.
