Polonia: Ciudades que merecen ser descubiertas
Desde los imponentes montes Tatras hasta el salvaje Mar Báltico, Polonia está repleta de vibrantes ciudades conocidas por su espléndido patrimonio, su deliciosa gastronomía y su impresionante arquitectura. El país alberga numerosas atracciones y lugares emblemáticos que seguramente harán las delicias de los visitantes de todo el mundo. Una escapada a Polonia hará feliz a todo el mundo, desde los amantes de la playa y el senderismo hasta los aficionados a las escapadas urbanas. El secreto del país reside en la evidente diversidad existente entre sus ciudades, cada una de las cuales espera contar una historia única. Es hora de dejarte cautivar por una fantástica escapada urbana repleta de barrios con encanto, centros modernos y calles bulliciosas.
Poznan. Revivir la historia
Situada en el oeste de Polonia, Poznan es la capital de la región de Gran Polonia. Es una de las ciudades polacas más antiguas, con una rica historia, y es famosa por la mayor feria industrial del país, por sus deliciosos croissants y por lugares emblemáticos como el Ayuntamiento renacentista. Su casco antiguo está lleno de coloridas casas de vecindad junto con la catedral más antigua de Polonia. Sin embargo, esta histórica ciudad es mucho más de lo que puede parecer a simple vista.
Aunque los orígenes de Poznan están arraigados en la historia, la ciudad ha cultivado un ambiente fresco y relajado con una arquitectura moderna, arte callejero y buena cocina en su corazón. Gracias a ello, Poznan se ha convertido en una fabulosa combinación de lo antiguo y lo nuevo, lo que hace que las visitas turísticas sean especialmente interesantes, ya que la ciudad tiene muchas historias que contar. Se trata de un paraíso para los amantes de la historia y la naturaleza, y para los que buscan una escapada a la ciudad repleta de cosas que ver y hacer.
Cuando estés en Poznan, dirígete al casco antiguo para visitar su famoso Ayuntamiento con dos cabras mecánicas que chocan sus cabezas todos los días a mediodía. No te olvides de probar el tradicional croissant de San Martín.
