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Si en Polonia existiera el entierro de la sardina, ésta se sustituiría por el arenque. Sin embargo, para despedir el carnaval los polacos prefieren sabores dulces y por esa razón, el Jueves Lardero (el último jueves antes del Miércoles de Ceniza) hacen largas colas para hacerse con los mejores pączki. Estos donuts (sin agujero) es una especialidad centroeuropea. En su versión más clásica y elegante, están rellenos de la confitura de pétalos de rosa. Para la masa hecha con levadura natural, se utiliza una mantequilla de calidad, varios huevos y, obviamente, la harina. Una vez preparados y fritos, deben tener una textura muy ligera, hasta tal punto que, según un poeta, el relleno de la confitura es necesaria para que no se escapen volando.  Sí, son muchas calorías pero hechos por un buen pastelero ¡saben a gloria!