En clases de geografía muchos habrán aprendido que el Vístula es uno de los ríos más grandes del continente europeo. Naciendo en el sur de Polonia, recorre el país hasta el norte para desembocar en el Mar Báltico, cerca del puerto de Gdansk. En 2017, Año del Vístula, os proponemos conocer el país siguiendo su curso y así visitar tanto las ciudades, como disfrutar de uno de los últimos grandes ríos salvajes de Europa.
El Vístula, en la Edad Media y el Renacimiento, fue la principal “carretera” para el transporte del comercio. Sal, trigo, vinos húngaros y otros productos fueron transportados río abajo para continuar su ruta a otros países de Europa ya por vía marítima desde Gdansk.
El comercio generaba la riqueza de pueblos y ciudades que servían de puertos intermedios y para almacenar los productos, y que hoy son testigos del protagonismo del Vístula en la “edad de oro” de Polonia. Siguiendo la ruta del Vístula, encontraremos ciudades grandes y de reclamo turístico como Cracovia, Varsovia, Torun y Gdansk; y más pequeñas, con su encanto intacto de antaño: Sandomierz, Kazimierz Dolny o Plock, anteriormente la capital del Condado de Masovia.
Queda intacto también el encanto del Vístula, probablemente el único río salvaje entre los grandes ríos en Europa. Este aspecto, tan ecologista, se puede apreciar incluso en Varsovia donde las excursiones en kayak o barcos nos permiten, a lo largo de la orilla salvaje y cinco playas naturales de arena, observar aves acuáticas.
El Vístula, por lo tanto, puede ser el hilo conductor de un viaje a Polonia diverso: visitas a espacios monumentales y de corte cultural se pueden completar con la observación de la naturaleza y el deporte. Sin mencionar la participación en eventos que se organizarán en los meses de verano en y alrededor del Vístula.
