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MRU es la abreviatura en polaco de La Zona de Fortificaciones Entrerríos pensada como la protección de la frontera alemana oriental en los años treinta del siglo pasado. La orden de Hitler paró las obras pero todavía hoy quedan los búnker, obstáculos llamados los dientes de dragón, 28 km de pasillos subterráneos y el sistema hidrotécnico de canales, puentes y barreras antitanques.

En la otra punta de Polonia las tropas soviéticas dejaron una verdadera y secerta ciudad militar escondida en los bosques de Pojezierze Drawskie. El nombre de la localidad, Borne-Sulinowo, volvió a ser publicado en los mapas en 1992 y hoy en día, provisto del ayuntamiento y correos es una ciudad viva.

El monumento más famoso está relacionado con Hitler y se conoce bajo el nombre de La Guarida del Lobo (Wilczy Szaniec).

Uno de los cuarteles generales de Hitler, situado en la región de Masuria ocupa la superficie de 250 ha compuesta por bunkers y refugios antiaéreos, aunque cuando estaba en funcionamiento también tenía un casino, saló de té y cine.

Las riquezas reunidas por Hitler, sin embargo, puede que se encuentren en La Fortaleza de Klodzk construida en la época de Prusia: en una roca se excavaron 40 km de pasillos subteráneos hasta 6 metros de profundidad. Hay quien dice que la famosa Sala de Ámbar está escondidad allí.

Otro de los reyes de Prusia mandó construir La Fortaleza de Boyen en Gizycko, capaz de albergar hasta 3 mil soldados. Dicen que se mantenía la comunicación con otras ciudades desde la torre gracias a las palomas mensajeras.

Pocas fortalezas europeas tienen fama de ser invencibles. Una de ellas se encuentra en Osowiec en Parque Nacional Biebrzanski. Levantada por por los rusos sufrió el asedio durante de la I Guerra Mundial sin que nada pudieran hacer las tropas alemanas para conquistarla.