Wrocław está situada en una zona de contacto histórico y permanente entre tres países (Alemania y la Rep. Checa, además de Polonia). Buen ejemplo de ello es el Barrio de las Cuatro Creencias (o Credos) que avala la actitud receptiva y tolerante de sus habitantes a lo largo de los siglos. El Congreso Eucarístico se celebró en un edificio que hoy es Patrimonio de la Humanidad, el Pabellón del Centenario (en la foto), ejemplo de la innovación tecnológica alemana de hace cien años; y la parte más antigua de la ciudad, recuerda el pasado de Polonia y una de las primeras dinastías del país, los Piast. Llamada Ostrów Tumski, alberga diferentes edificios religiosos, entre ellos la Archicatedral de San Juan Bautista, y fue visitada por el Papa. Los peregrinos encontrarán allí un cómodo hotel que lleva el nombre de Juan Pablo II.
Cualquiera que sea el motivo del viaje, merece la pena pasear por Ostrów Tumski al anochecer, cuando el farolero enciende las luces de manera manual.
