Este mensaje, de la peregrinación de 1987, alude a la heroica defensa por parte de las tropas polacas frente al ejército nazi durante los primeros días de la II GM. Esta fue la primera visita del Papa a Gdańsk, milenario puerto báltico que también se dio a conocer mundialmente siete años antes gracias a las huelgas obreras y la creación del primer sindicato independiente en un país comunista, la Solidaridad. La rebelde Gdańsk exigió el permiso para la construcción del monumento a los obreros de los Astilleros Lenin de la ciudad, caídos durante unos altercados en los años setenta. El monumento (en la foto) se convirtió en otro punto de parada obligada para el Papa.
Además del encuentro con los jóvenes en un lugar tan importante para la historia de Europa como Westerplatte, Juan Pablo II lanzó el mensaje a la clase obrera en el barrio de Zaspa: El trabajo, nunca y en ninguna parte, debe ser considerado como un producto. Porque el hombre no es un producto para otro hombre.
Hay varios lugares de interés para un viajero que busca las huellas de Juan Pablo II en Polonia, y aparte de los ya mencionados, en Gdańsk recomendamos también la Iglesia de la Divina Providencia en barrio de Zaspa, con las vidrieras que representan todas las peregrinaciones del Papa a su tierra natal. Un viaje de estas características podría incluir la visita a la Iglesia de Santa Brígida, donde poder rezar ante el altar realizado en ámbar, una de las dos riquezas naturales de Polonia (la sal es la otra) y donde encontraremos la escultura de Juan Pablo II, también en ámbar.
