Esta frase de Christian Andersen tiene más sentido que nunca. A muchos de nosotros nos gustaría recuperar uno de los hábitos que además de proporcionarnos nuevos conocimientos, nos permite desconectar, vivir nuevas experiencias, respirar otros aires y saborear nuestros viajes mucho tiempo después. El turismo a nivel europeo se está recuperando gracias al certificado sanitario digital, operativo plenamente a partir del 1 de julio de 2021. Desde el respeto hacia las decisiones que quieras tomar este año sobre si y a dónde viajar, Polonia ofrece las garantías de un estado miembro de la UE a nivel de la seguridad sanitaria y las normas de viajar, y se amolda a las nuevas tendencias del viajero: sin dejar de visitar las ciudades de más reclamo, ofrece sus grandes espacios verdes – urbanos y los 23 parques nacionales – para disfrutar del viaje a pleno pulmón.
Antes de tomar la decisión, consulta las normas de viajar siempre actualizadas y la actual conectividad aérea entre España y Polonia. En vuelo directo tardarás poco más de tres horas para llegar a tu destino. Además del DNI (ciudadanos de la UE) y la tarjeta sanitaria europea (u otro seguro privado), este año deberás llevar el certificado sanitario o la prueba PCR o de antígenos con el resultado negativo. No te preocupes por el cambio de dinero: el uso de las tarjetas de crédito o débito está muy extendido, también puedes utilizarlas para sacar la moneda polaca, llamada złoty de un cajero o cambiar euros en las oficinas de cambio que se encuentran en casi cualquier municipio y que no cobran comisión (no así en los aeropuertos). La ventaja de utilizar euros es que todo parece, y es, más económico.
Paisaje de primavera en los Tatra. sur de Polonia
Puedes aprovechar las vacaciones de primavera/verano o el otoño para hacer un recorrido más largo. Polonia es un país grande con numerosos lugares que te cautivarán. Muchos de ellos están incluidos en los circuitos programados también para esta temporada por los turoperadores españoles. En invierno te sugerimos una escapada de 3 a 4 días a alguna ciudad con arraigadas tradiciones navideñas como Cracovia, Varsovia, Poznań o Wrocław, o al Parque Nacional de Białowieża, donde podrás hacer fotos de bisontes en libertad que le darán un toque especial a tu viaje.
¿Qué (no dejar de) ver?
Parte de la Ruta Real de Varsovia en verano
Cracovia y Varsovia, ¿rivales o aliadas? Habrás oído que Cracovia se considera una de las ciudades más bellas de Europa. A su lado, Varsovia podría parecer una cenicienta, sobre todo si recuerdas los escenarios de la película El Pianista. Pero aquello ya es historia: Varsovia es un modelo de superación y revitalización, no solamente en el plano arquitectónico. Date una vuelta por su casco antiguo resucitado y por las tres residencias reales de la capital polaca, sumérgete en el romanticismo de la música de Chopin, comparte con los locales el aniversario del estallido del Levantamiento de Varsovia cada primero de agosto a las 17.00 h. (o a diario en el Museo dedicado a este acontecimiento) y podrás sentir el alma de la ciudad y de Polonia. En cualquier época del año puedes disfrutar de los espacios verdes de una ciudad que cuenta con ¡nueve millones de árboles! O aprovechar para visitar una Reserva de la Biosfera: el Parque Nacional de Kampinos está a las puertas de la capital de Polonia.
Imagen de la Plaza Mayor de Cracovia
Reserva para Cracovia tres días, sobre todo si no quieres perderte la visita a dos lugares declarados Patrimonio de la Humanidad (Mina de Sal Wieliczka y el Antiguo Campo de Concentración nazi Auschwitz-Birkenau). Además de su aspecto monumental, perfectamente conservado en su extenso casco antiguo y la Colina de Wawel, Cracovia también ofrece, entre visita y visita, actividades al aire libre: con su 50% de superficie constituido por parques y jardines, es una de las ciudades más verdes de Europa.
El 10% del territorio de Polonia lo ocupan espacios naturales protegidos. Puedes encontrar alguno de los 23 parques nacionales con los que cuenta el país muy cerca de sus grandes ciudades. Imagínate que ya has visitado Cracovia, donde habrás disfrutado de sus monumentos, terrazas y del ambiente nocturno del barrio judío de Kazimierz. Ahora quieres hacer senderismo, montar en bicicleta o simplemente salir de la ciudad. Muy cerca se encuentra el Parque Nacional de Ojcowski que, además, es parte de la Ruta de los Nidos de Águila que une Cracovia y Częstochowa. Si quieres ir un poco más allá, a 100 km de la ciudad, puedes disfrutar del Parque Nacional de Pieniny y del Parque Nacional de los Tatra. Haciendo dos o tres noches por la zona tendrás ocasión de visitar destacados monumentos construidos en madera (por ejemplo, una serie de iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad), de probar exquisitos productos regionales de esta parte de Polonia, de disfrutar del folclore montañés y, ¡no te lo pierdas!, de relajarte en alguna de las cinco termas próximas a Zakopane, donde disfrutar de aguas geotermales con temperaturas suaves y agradables, sin importar la época del año.
Centro geotermal en Bukowina
Senderismo en los Tatra
Si en tu viaje también buscas historia e historias, además de Varsovia y Cracovia deberías pensar en visitar Gdańsk, en la costa báltica. Hace ochenta años aquí dio comienzo la Segunda Guerra Mundial y hace casi cuarenta nació el legendario sindicato Solidaridad. Ciudad de la Libertad, Gdańsk recibió el Premio Princesa de Asturias en 2019. Desde la ciudad puedes hacer una excursión a Malbork y sumergirte en la historia y las anécdotas de los caballeros teutones, que construyeron aquí uno de los castillos más grandes del mundo. Si viajas a Wrocław, además de visitar su imponente casco antiguo, puedes recorrer la ruta de los gnomos que no hace mucho tiempo han “invadido” la ciudad.
Antiguo muelle y grúa medieval en Gdańsk
La Ruta de los gnomos en Wrocław
No hay nada como la comida española, pero seguro que te va a sorprender el sabor de la gastronomía polaca. No te vayas sin probar un plato humilde como son los pierogi, ni uno noble como el pato relleno. Si viajas en otoño, te recomendamos aprovechar la temporada para degustar un ganso asado y terminar cualquier comida con alguno de los suculentos y muy bien elaborados postres caseros. Disfruta también de las especialidades regionales, como el Cruasán de San Martín de Poznań: en su plaza de estilo renacentista encontrarás el museo dedicado a esta insignia gastronómica de la ciudad.
El Museo del Cruasán de San Martín, en Poznań
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