Si lo tuyo es aprovechar el periodo de las Navidades para escapar del bullicio de ciudad, nuestra recomendación es elegir la parte sur de Polonia. El paisaje montañoso (si nevado, mucho más mágico) es el marco perfecto para típicas construcciones de madera que siguen las tradiciones arquitectónicas de esta parte de Polonia. La zona de Podhale, a unos 100 km al sur de Cracovia, es especialmente atractiva al ofrecer varios "ingredientes" para que el viaje resulte muy completo.
Descanso activo
En esta parte de Polonia hay cuatro parques nacionales para practicar senderismo y varios centros de esquí, algunos abiertos incluso por la noche. Más información sobre pistas y estado de nieve en la zona de Podhale.
Mucho calor, a pesar del frío
En la zona existen cinco centros acuáticos que utilizan aguas geotermales para poder disfrutar del agua durante todo el año. La temperatura del agua en piscinas exteriores es de 36º y, por lo tanto, no supone ningún reto bañarse al aire libre viendo el nevado paisaje. Algunos de estos centros, como Terma Bania o Bukovina, van mucho más allá: ofrecen alojamiento en hoteles de su propiedad, acceso a la zona de aguas y spa, y la posibilidad de practicar el esquí. Si prefieres alojarte en modo B&B en casa de los montañeses puedes elegir algún otro centro geotermal, por ejemplo en Szaflary. La mayoría se encuentran en la radio de 20 km desde Zakopane. Más sobre termas, piscinas y balnearios de la región.
Arquitectura de madera
Hay 8 iglesias de madera inscritas en la Lista de Patrimonio de la Humanidad y varios edificios de madera típicas de la zona. Más información sobre esta ruta de las iglesias de madera la encontrarás en este blog.
Otras iglesias y casas en madera son el ejemplo de la arquitectura "estilo Zakopane", como esta iglesia de Jaszczurówka, en las periferias de la indiscutible capital de la región.
Aunque suele recibir muchos turistas en esta época del año, es muy recomendable la visita a la indiscutible capital de la zona, Zakopane. Después de un día activo esquiando o haciendo senderismo, la calle principal, Krupówki, seduce con un sinfín de locales gastronómicos con música en vivo y al calor de las chimeneas. Si hay nieve, lo más divertido es hacer un paseo en trineos tirados de caballos; esta actividad también se puede programar por la noche. Saliendo un poco más del eje de Krupówki, se pueden encontrar verdaderas joyas arquitectónicas (en la foto el ejemplo de Willa Oksza), estilo Zakopane, que hacen de esta ciudad un lugar mágico para viajar en invierno.